Los Primeros Correos entre Maracaibo y el Nuevo Reino de Granada
A veces uno corre con suerte.
Hace un par de meses participé en una de las excelentes charlas/conferencias que el equipo de Mi Oficina Philatelic Society han estado haciendo diariamente, de manera ininterrumpida, durante los últimos cinco meses. Hasta los momentos una de mis favoritas lleva por título “Correspondencia Colonial Española Interceptada por Corsarios – Siglo XVIII y Principios del XIX” y fue facilitada por el amigo Don Manuel Arango, Presidente del Club Filatélico de Bogotá.
En esta charla, Don Manuel nos muestra una infinidad de sobres, la grandísima mayoría aún sellados, los cuales habían sido interceptado por corsarios ingleses en el Mar Caribe en el Siglo XVII, XVIII y XIX.
En una conversación posterior, Don Manuel me presentó una serie de marcas prefilatélicas venezolanas que ya había hecho públicas en dos de sus libros, a comienzos de este siglo. Pese a su importancia, éstos han pasado desapercibido por los coleccionistas venezolanos.
Así pues solicité su permiso para exponerlos aquí en ASOFILCA lo cual gentilmente aceptó.
Por otro lado, hace muy poco pude obtener la colección completa de los 35 ejemplares editados de la revista El Zulia Ilustrado entre 1888 y 1891, quizás la primera revista de primer nivel que se editó en el país. Se considera, de hecho, antecesora de El Cojo Ilustrado y, luego de verla, creo que era incluso de mayor calidad que éste último.
Casualmente, en el número 25 de esta revista, editado el 31 de Diciembre de 1890, páginas 204 y siguiente, hay un artículo con el mismo título que éste, escrito por la pluma de Don Tulio Febres Cordero.
En éste artículo, Febres Cordero transcribe el decreto/ordenanza del Virrey de Bogotá, fechado el 7 de Agosto de 1751, el cual sentaba las bases del correo entre Santafé de Bogotá y la Provincia de Maracaibo, la cual ioncluía las jurisdicciones de San Cristóbal y Mérida. La Provicia de Maracaibo formó parte del Nuevo Reino de Granada hasta 1777.
Como vemos, se describió la ruta y la forma entre Maracaibo y Bogotá, dividiéndo la distancia entre éstos en 30 “jornadas”, 15 de Bogotá a Pamplona y 15 más de ahí hasta Maracaibo, la cuales en conjunto tardarían 32 días. Habrían dos chasquis, o correos a pié, los cuales permanecerían un día en pamplona, se intercambiarían las correspondencia y se devolverían a su punto inicial. El correo luego iba por Gibraltar donde las autoridades de este puerto debían suministrar la embarcación que debía conducir la correspondencia a Maracaibo.
Don Tulio describe otro dato interesante, en particular sobre las balijas. Dice que eran de “bagueta o cordobán”, hechas en forma de cartera con la capacidad suficiente para contener el peso de doce libras de papel. Tenían dos candados con llaves iguales y la correspondencia iba anotada en la factura correspondiente, llamada entonces “carta-cuenta”. No es claro en el artículo de donde sacó esta información.
El artículo también da cuenta que 20 años después de la ordenanza anterior, a saber el 1° de Julio de 1771, el Virrey Pedro Messia de la Zerda incluyó a Barinas al tramo ya existente entre Merida-Maracaibo-Bogotá:

al Teniente y Justicias de Mérida
Así pues, Don Tulio Febres Cordero no sólo nos dió luces sobre el oriden de nuestras estampillas locales llamadas Estrellas de Mérida, sino también sobre el origen claro y preciso de los correos entre Barinas, Mérida y Maracaibo, con Colombia y probablemente buena parte del Virreinaro del Perú y quizás hasta más abajo.
Comenté inicialmente que uno a veces tiene suerte, ya que a veces las cosas le llegan a uno al azar y, al juntarlas, sale algo bien interesante. En este caso, el artículo que acabo de narrar y por otro las imágenes cedidas por Don Manuel Arango.
No es este el artículo donde compartiré todas las interesantes marcas prefilatélicas que me mostró, pero hay algunas que son definitivamente relevantes para este artículo: Las Marcas casi inéditas de Mérida, Barinas y San Cristobal, por ejemplo.
Todas estas marcas, salvo la “Merida de Marac. INDIAS” fueron, hasta donde me indican mis fuentes bibliográficas, reportadas por vez primera en los libros “Recuperando Nuestra Prefilatelia a la luz de los Archivos Históricos Colombianos” por Manuel Arango, Tomo I y Suplemento.
A continuación dejo completo el artículo de Tulio Febres Cordero.