Del baúl de los recuerdos
En días pasados recibimos un lote de estampillas para lotizar para la subasta de la asociación y nos llamó la atención un pequeño almanaque que imprimió y distribuyó Ipostel en 1992. Como coleccionistas de pelo blanco no pudimos dejar de recordar esa época en que el correo aún funcionaba aceptablemente bien, Ipostel se ocupaba de la Filatelia y además de emitir estampillas periódicamente y muchas de ellas muy bonitas, organizaba, con el entonces Club Filatélico de Caracas, exposiciones para promover el coleccionismo, como hacen todas las administraciones postales del mundo. Lamentablemente esos tiempos se acabaron. No se emiten estampillas y ya nadie usa el correo sino los servicios de entrega privados y, obviamente ya no se organizan exposiciones filatélicas. Los que hemos vivido esa época y las anteriores las recordamos con nostalgia y solo nos quedan como recuerdos, las medallas y los diplomas que se entregaron en ese tiempo.
Lamentamos que las nuevas generaciones no disfrutarán de este pasatiempo cultural que tantas satisfacciones nos dio y nos sigue dando a los que disfrutamos de su época dorada.